Cómo tener superpoderes en una reunión
Hay dos ligas en las reuniones… ¿En cuál estás jugando tú?
Empieza la reunión. Todos se acomodan en sus sillas, algunas personas todavía con el café en la mano. La reunión empieza, pero tú sabes que llevas una mano ganadora.
No porque tengas un don especial o una oratoria extraordinaria. Ganaste porque mientras todos los demás van a improvisar durante la próxima hora, tú ya jugaste tu partida ayer.
El superpoder que nadie quiere
Existe un superpoder real, disponible para cualquiera, pero que la mayoría ignora o no quiere: la preparación extrema.
Lo ignoran porque no es sexy. No genera likes. No es una anécdota divertida para contar en un evento. Es trabajo previo, duro, invisible, muchas veces en solitario.
Pero es brutal.
El horizonte de eventos de las reuniones
En física existe un concepto fascinante llamado el horizonte de eventos. Es el punto alrededor de un agujero negro donde, una vez que lo cruzas, ya no hay manera de escapar. Sin importar cuánta energía uses o qué maniobras hagas, tu destino ya está sellado.
Las reuniones importantes tienen su propio horizonte de eventos.
Cuando una reunión empieza, es posible que ya no tengas manera de que salga bien. El momento decisivo (que ya pasó para ti) no es cuando la reunión empieza y arrancas a hablar, sino las horas que invertiste antes de que todos entraran.
Una vez cruzaste el horizonte de eventos, ya no hay escape. Tu destino en esa reunión está determinado.
La matemática brutal de la ventaja
Imagina que tú has preparado la reunión durante 4 horas y que los demás entran "a ver qué tratamos hoy" (quizás leyeron la agenda 5 minutos antes).
Mientras ellos están procesando información en tiempo real, tú ya:
Conoces los puntos débiles de cada argumento
Anticipaste las objeciones más probables
Tienes 3 rutas alternativas si la cosa se desvía
Sabes qué le importa realmente a cada persona en esa sala
No es una diferencia de grado. Es una diferencia de liga en la que juegas.
Los tres niveles de la preparación
Prepararse no es "saber de antemano de qué va la reunión".
Nivel 1: Contenido
Lo obvio. Conocer los datos, las cifras, el tema central. Es lo mínimo, pero la mayoría ni siquiera llega aquí.
Nivel 2: Contexto
Lo importante. Entender las dinámicas ocultas:
¿Qué objetivos (declarados y no declarados) tiene cada participante?
¿Qué conflictos subyacentes existen?
¿Quién tiene realmente el poder de decisión?
¿Qué presiones políticas internas influyen?
Nivel 3: Contingencias
Lo decisivo. Haber jugado mentalmente los escenarios posibles:
Si la conversación va hacia X, mi respuesta es Y
Si surge la objeción Z, tengo preparados los argumentos A, B y C
Si la reunión se alarga, sé exactamente cuáles son mis puntos no negociables
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Una inversión que se amortiza
Al principio te llevará un montón de tiempo preparar una reunión importante. Te parecerá excesivo. "¿De verdad necesito tanto tiempo?"
Sí, lo necesitas. Pero hay buenas noticias.
Como cualquier habilidad, la preparación se puede optimizar. Cuanto más lo practiques, más desarrollarás patrones, marcos mentales, checklists... En seis meses, lo que te llevaba horas lo harás en una.
Pero si la reunión es importante, nunca bajes de una inversión mínima.
El efecto psicológico de la preparación
La preparación no solo te da mejores argumentos. Te da algo más valioso: presencia mental.
Cuando sabes que controlaste todo lo controlable, tu mente se libera para hacer lo que realmente importa:
Escuchar de verdad (no estar pensando qué dirás después, qué opciones hay, qué puede estar buscando esa persona...)
Leer el lenguaje corporal y los matices en el tono
Adaptarte a lo inesperado con calma
La confianza que genera la preparación es palpable. Los demás la sienten, aunque no sepan por qué.
El precio de la improvisación
"Toda batalla se gana antes de librarse."
— Sun Tzu
Cada vez que entras sin prepararte estás apostando tu credibilidad profesional a una tirada de dados. Quizás tengas un día inspirado. O quizás no.
Otro día hablaré de la improvisación como habilidad. Pero es una habilidad complementaria, no sustitutiva de la preparación.
La preparación es la única manera confiable, bajo tu control, de estar, consistentemente, en tu mejor nivel.
Nos leemos
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